jueves, 23 de junio de 2016

Gondeshapur ¿el primer Colegio de Traductores?

Gondeshapur ¿el primer Colegio de Traductores?

Si pretendemos remontarnos a los albores de la traducción hemos de situarnos, más o menos, hacia mediados del tercer milenio a. C., coincidiendo con los comienzos de la escritura en distintos puntos del planeta: China, India, Egipto, Grecia y Yucatán, que son también las civilizaciones que, durante una misma franja histórica, escribieron sus libros sagrados.

En el caso de la traducción en el Oriente Medio, también se da probablemente primero en Grecia y muy ligeramente más tarde en Mesopotamia y Egipto. Es de imaginar que las primeras traducciones más laboriosas pueden haber sido las de los libros sagrados de cada una de las cuatro primeras civilizaciones mencionadas, ya que para tener la traducción del quinto libro sagrado hubo que esperar más de un milenio para que el fraile dominico Francisco Ximénez hiciera no una traducción del Popol Vuh sino una interpretación muy personal que le sirviera para adoctrinar a los descendientes de los mayas.



Volviendo a Gondeshapur y siempre en el Oriente Medio antiguo, hubo un lugar que hasta hace poco –y decimos hasta hace poco porque hay estudiosos que actualmente desmienten esta información‑ se consideró un centro cultural y de investigación, tomemos pues con pinzas la información que aparece a continuación y apliquemos el principio de que «se non è vero, è ben trovato».

Estamos hablando de Gondeshapur o Gundeshapur, que habría sido fundada por el rey sasánida Sapor durante la 1ª Edad de Oro (309-379) del Segundo Imperio Persa y que se convertiría en "el mayor centro intelectual del mundo", donde convergieron estudiantes y maestros de todas partes: cristianos nestorianistas huidos de Egipto, neoplatónicos, los eruditos de la India, Persia, Siria y Grecia... pasando a ser el hogar de estudiosos de distintas religiones, especialmente médicos. Es evidente que estos últimos se interesarían en conocer hierbas medicinales, métodos quirúrgicos y tratamientos de enfermedades de todo el mundo conocido, lo que habría hecho que la traducción fuera una práctica común entre ellos.



En Gondeshapur muchas familias nestorianas habrían pasado a constituir verdaderas dinastías médicas cuyos manuscritos médicos traducidos pasaban de padres a hijos. En esta ciudad, donde se hablaba diversas lenguas debido a la gran diversidad cultural de sus habitantes, se levantó el primer hospital (“bimaristan” en persa). Los textos se traducían básicamente del griego y el sánscrito al siríaco y al arameo.

Gondeshapur, cuya influencia habría llegado a Asia Central, China y Bizancio, Asia menor, los Balcanes, Egipto e incluso España, sería conquistada casi tres siglos después, en 638, por los árabes y, más tarde, el Islam pasaría a heredar todos estos conocimientos. Los conquistados aprenderían rápidamente la lengua de los conquistadores y se habrían dedicado a traducir a este idioma todos los manuscritos científicos de Grecia y también de la India, de donde nos viene la numeración que ahora conocemos como numeración arábiga. Sobre esta última, me permitiré citar textualmente a Peter Watson «En el año 499 d. C. el matemático hindú calculó p como 3.1416 y la duración del año solar como 365 días»1.


Peter Watson Ideas: a History of Thought and Invention, from Fire to Freud (“Ideas: Historia Intelectual de la Humanidad”, Editorial Crítica s.l., traducción de Luis Noriega).